lunes, 12 de agosto de 2013

Labrador retriever. Todo lo que necesitas saber de tu perro.

Labrador retriever. Todo lo que necesitas saber de tu perro.

El Labrador retriever —también conocido como Cobrador de Labrador o Perdiguero de Labrador es una raza canina originaria de Terranova, en la actual Canadá. Es la raza más popular del mundo por la cantidad de ejemplares registrados.

Su excepcional afabilidad, gentileza, inteligencia, energía y bondad, hacen que los labradores sean generalmente considerados como buenos compañeros para personas de todas las edades, así como también fiables perros trabajadores, comúnmente formando parte de las brigadas caninas de la policía en operativos antidroga, antiexplosivos, de búsqueda y rescate, entre otros. Con adiestramiento, el labrador es una de las razas de perro más dócil, obediente y talentosa que existen.


  

Caracteristicas de los perros labradores.

Temperamento: 
El AKC describe el temperamento en la raza como «de naturaleza gentil, sociable y manejable». El labrador tiene fama de ser una raza equilibrada y un excelente perro de familia. Esto incluye una buena reputación con los niños de todas las edades y otros animales. Tiene aptitudes de perro colaborador; lo que ha sido utilizado para poder entrenarlo como perro de ayuda, para que alcance cosas que están tiradas, apague las luces, entre otras funciones. No es adecuado como un perro guardián, es decir, podrá ladrar para dar aviso, pero por lo general no actuará con mayor agresión, ya que tiende a ser un perro amigable con la gente, sobre todo si es socializado desde temprana edad.

La bulliciosa naturaleza del labrador, junto con su falta de miedo, hacen que se aburra muy fácilmente si no es estimulado apropiadamente con ejercicio, socialización y adiestramiento. Un labrador sin entrenamiento puede volverse ingobernable, y debido a su tamaño y a su entusiasmo si no se ejercita se convertirá en un tornado de destrucción o intentará escaparse para aliviar su aburrimiento, frustración y exceso de energía, por lo que requieren de un entrenamiento y manejo firme para asegurarse de que no se descontrole —un adulto sin control puede ser muy problemático—.

Los labradores maduran en torno a los tres años de edad, antes de este tiempo pueden tener un grado significativo de energía tipo cachorro, lo que es a menudo mal etiquetado como hiperactividad. Algunas líneas, en especial aquellas que han seguido siendo criadas específicamente por sus habilidades en el ámbito de trabajo —en lugar de por su aspecto—, son particularmente ágiles y atléticas. Debido a su entusiasmo, el entrenamiento con correa se sugiere desde el principio para evitar que tire conforme crece. Las hembras pueden ser un poco más independiente que los machos. A partir de la segunda vacuna es una raza apta para pasear fuera de casa.




El labrador es conocido por su apetito voraz, y algunos ejemplares pueden comer objetos digeribles y no alimenticios por igual. Son persistentes y persuasivos a la hora de pedir comida. Por esta razón, el propietario de un labrador debe controlar cuidadosamente la ingesta de alimento de su perro para evitar el sobrepeso y los problemas de salud asociados con el mismo.

El perro es reconocido por su inteligencia. La raza se catalogó en el séptimo lugar —de 131 razas analizadas— en la clasificación de Stanley Coren acerca de la inteligencia de los perros. Por lo que el trabajo de obediencia se convertirá también en una forma divertida de interactuar con él.

Se sabe que tienen un toque muy suave con la boca, como resultado de haber sido criados para recuperar presas tales como aves acuáticas. Son propensos a masticar objetos —aunque pueden ser entrenados para abandonar este comportamiento—, e instintivamente disfrutan sosteniendo o llevando objetos en su boca, lo que pueden hacer con gran suavidad —es lo que se conoce en la jerga de los cazadores como «boca blanda»—; un labrador bien entrenado puede llevar un huevo en su boca sin romperlo.16 También suelen disfrutar de recuperar una pelota sin fin (a menudo obsesivamente) y otro tipo de actividades, como por ejemplo; agility, disco volador o flyball.
En la actualidad es una de las razas más conocidas por el gran público, con una gran demanda en multitud de países y que se emplea en labores muy variadas, dada su especial capacidad de trabajo. Su sentido del olfato le permite rastrear casi cualquier olor y seguir la pista hasta su origen, ya que por lo general permanece sobre el rastro hasta que lo encuentra. La marina, el ejército y la policía lo utiliza como perro de detección para localizar a los traficantes de droga, ladrones, terroristas y mercado negro.




Exploración

No suelen saltar vallas altas o cavar, pero debido a que son una raza inteligente y perseverante, con las condiciones y los estímulos adecuados, un labrador aburrido podría convertirse en un «maestro escapista». Son animales curiosos, gustan de explorar y seguir rastros nuevos o esencias relacionadas con posibles alimentos —aunque desde el punto de vista humano esos «alimentos» no sean comestibles—. De esta forma, a menudo pueden «desaparecer» o separarse de sus propietarios de un momento a otro, y ser también robados. Debido a su naturaleza curiosa y su capacidad para «desaparecer» en un santiamén, junto con el riesgo de ser robados, una serie de asociaciones y organizaciones de perros (Kennel Club) consideran una buena práctica que los labradores, y perros en general, sean tatuados o lleven un microchip, con el nombre y la dirección de sus dueños. También es recomendable un collar con placa que contenga la información básica del propietario.

En algunos países, como Suecia, es obligatorio y mandatorio que todos los perros sean registrados —sin importar la raza—, y les sea implantado un microchip desde que nacen con fines de identificación.

Colores

  • Negro, un color negro sólido,
  • Amarillo, en cualquiera de sus variantes, que van desde el color que algunos criadores venden como blanco o crema hasta el color «rojizo».
  • Chocolate, que va de medio a marrón oscuro.
Algunos perros se venden como color «plata» de pura raza, pero la pureza en esas líneas de sangre se encuentra en disputa. Los principales clubes de perros de todo el mundo permiten que se registren los labradores de color plata, pero bajo ciertas condiciones, como el Kennel Club de Inglaterra que exige que se registren no como color «Plata» sino como color «No reconocido». El club del Labrador Retriever en EE.UU. (LCR) afirma públicamente que «no hay base genética para el gen color plata en los Labradores». De vez en cuando los labradores exhibirán una pequeña cantidad de pelo blanco en el pecho, las patas o la cola, pero rara vez un labrador de pura raza exhibirá rayas o puntos de color tostado como un Rottweiler. Estas marcas son motivo de descalificación para perros de exposición, pero no tienen ninguna incidencia en el temperamento del perro o la capacidad de trabajo o una mascota.

Genética del color

En una misma camada pueden nacer cachorros de todos los colores. El color se determina principalmente por tres genes; el primer gen —el locus B— determina la densidad de los gránulos de la capa de pigmento eumelanina, si ese pigmento se da: los gránulos densos resultarán en un pelaje negro, pero si los gránulos son poco densos o escasos darán como resultado un pelaje de color chocolate. El segundo gen —el locus E—, determina si la eumelanina se produce o no. Un perro con un alelo recesivo E va a producir pigmento de feomelanina y sólo podrá ser de color amarillo, independientemente de su genotipo en el locus B. Los genes mencionados previamente han tenido su número aumentado por la introducción del tercer gen —el locus K—, donde el dominante «negro», el alelo K B reside. Los labradores negros o chocolate, por lo tanto, deben tener el alelo K B . El labrador amarillo se determina con el locus E, por lo que el locus K es irrelevante para determinar ese color. Las variaciones de muchos otros genes controlan los detalles más sutiles de la coloración en el pelaje, que en el caso de los labradores amarillos varía del blanco a oro y hasta el rojizo. Las narices de los labradores de color chocolate y negro coincidirán con el color de su pelaje.
Según un estudio de 2011 para observar la mutación M264V responsable de la máscara melanistica, 13 de los 245 perros estudiados eran labradores heterocigóticos y uno era homocigótico. Se concluyó que dentro de la raza, este rasgo no era visible.
Nariz y pigmentación
Debido a qué la coloración en el labrador está controlada por múltiples genes, es posible que los genes recesivos emergan algunas generaciones más tarde, y también a veces de forma inesperada habrá efectos de pigmentación en diferentes partes del cuerpo. Los efectos de pigmentación aparecen en los labradores amarillos, a veces, en los de color chocolate, y por lo tanto la mayor parte de esta sección cubre la pigmentación en el labrador amarillo.

Los lugares más comunes donde la pigmentación es visible son: la nariz, los belfos, las encías, las patas, la cola y los bordes de los ojos, que pueden ser negro, marrón, de color amarillo-marrón —«hígado», causado por tener dos genes para el color chocolate—, o varios otros colores. Un labrador puede transportar genes de un color diferente, por ejemplo, un labrador negro puede llevar el gen recesivo de color chocolate y los genes de color amarillo, y un labrador amarillo puede llevar genes recesivos para los otros dos colores. La prueba del ADN puede revelar algunos aspectos de estos genes. Pigmentaciones menos comunes —que no sean de color rosa— son un fallo, pero no son motivo de descalificación, y por lo tanto estos perros pueden participar en exposiciones.

Se denomina «Dudley» al labrador amarillo que presenta nariz rosa junto con los bordes del ojo del mismo color.
La intensidad del pigmento negro en los labradores amarillos es controlada por un gen separado e independiente de la coloración del pelaje. Los labradores amarillos generalmente tienen narices negras, que pueden convertirse gradualmente de color rosa con la edad —llamada «nariz de invierno»—. Esto se debe a una reducción en la enzima tirosinasa que controla indirectamente la producción de melanina, en la coloración negra. La tirosinasa depende de la temperatura —así, la coloración clara puede ser estacional, debido al clima frío— y se produce menos de los dos años en adelante. Como resultado, el color de la nariz de la mayoría de los labradores amarillos se convierte a un tono rosado a medida que crecen.

Existe también una coloración conocida como «Dudley», que es como se define ampliamente a los labradores amarillos sin pigmentación —de color rosa— en la nariz (LRC), o amarillo con pigmentación de color hígado o de color chocolate, o color «carne», además de tener el mismo color alrededor de los bordes del ojo, en lugar de tener negro o pigmentación de color marrón oscuro. Un labrador amarillo con pigmentación café o chocolate, por ejemplo, solamente la nariz de color marrón o chocolate, no necesariamente es un Dudley, aunque de acuerdo con la norma racial actual del AKC lo sería si tiene también color chocolate los bordes alrededor de los ojos —o más exactamente del genotipo eebb—. Los estándares de la raza de labradores consideran un Dudley como una característica descalificatoria en una exposición canina, sea que el ejemplar tenga una nariz rosada o que carezca de pigmento junto con la coloración alrededor de los bordes de los ojos. Los Dudleys verdaderos son extremadamente raros.

Críar o reproducir con el fin de corregir la pigmentación a menudo carece de fiabilidad, porqué el color es determinado por muchos genes, algunos de los cuales son recesivos. Cruzar a un labrador amarillo con pigmentación no-estándar con un labrador negro no podrá corregir la cuestión —o prevenir que las futuras generaciones lleven los mismos genes recesivos—. Por razones similares, la cruza entre un labrador de color chocolate y un labrador de color amarillo se evita a menudo.

Salud

Los cachorros de labrador generalmente se traen a la casa a las ocho semanas de edad. La expectativa de vida en la raza es de entre 10 a 12 años, siendo una raza relativamente sana con pocos problemas de importancia. Los temas destacados relacionados con la salud y el bienestar son:

En una misma camada pueden nacer cachorros de todos los colores.

Trastornos hereditarios

  • Los labradores son un tanto propensos a displasia de cadera y displasia de codo, por ser perros de esqueleto grande, aunque no tanto como algunas otras razas. Las revisiones de cadera se recomiendan antes de la cría y, a menudo son recomendados suplementos para las articulaciones.
  • Los labradores también sufren el riesgo de padecer problemas de rodilla. La luxación de rótula es un hecho común en donde la rodilla se disloca para después volver a su lugar.
  • Problemas con los ojos también son posibles, particularmente atrofia progresiva de retina, cataratas, distrofia corneal y displasia de retina. Los perros que están destinados para la cría deben ser examinados por un veterinario oftalmólogo para obtener una valoración del ojo.
  • La miopatía hereditaria, es un trastorno hereditario raro que causa una deficiencia en la fibra muscular del tipo II. Los síntomas incluyen un modo de andar afectado o «salto de conejo», y en casos excepcionales ventroflexión del cuello acompañado de una postura cifótica.
  • Los labradores a menudo sufren de colapso inducido por el ejercicio, un síndrome que causa hipertermia, debilidad, colapso, y la desorientación después de episodios cortos de ejercicio.38
  • Hay una pequeña incidencia de otras enfermedades, tales como enfermedad autoinmune y sordera, ya sea congénita o desarrollada después.

Obesidad

El labrador fácilmente puede sufrir de sobrepeso, debido a su afinidad por las golosinas y a su buena relación con las personas. La falta de actividad física también es un factor que contribuye. Un labrador saludable debe mostrar un leve estrechamiento en la cintura —entre la caja torácica y los cuartos traseros, conocido como «reloj de arena»— y mantenerse en forma, sin sobrepeso. El exceso de peso está fuertemente implicado como un factor de riesgo en el desarrollo posterior de la displasia de cadera o de otros problemas en las articulaciones y diabetes, y puede también contribuir a reducir su salud en general cuando son mayores. La artritis es común en los labradores más viejos, especialmente los que tienen sobrepeso. Un estudio llevado a cabo por el fabricante de alimentos Purina, durante 14 años sobre 48 perros y publicado en 2003, indicó que los labradores alimentados para mantener un peso apropiado vivían dos años más que aquellos que se alimentaban libremente y sin control, poniendo de manifiesto la importancia de no sobrealimentar a estos perros. El peso de un labrador adulto debe oscilar entre los 27 y los 36,4 kilogramos el macho, y entre 25 y 31,7 kilogramos la hembra.

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